lunes, 3 de octubre de 2016

"Hay cosas más graves que atender", el gobierno del Edo. Mex. Jerarquizando !Like a Boss!



Los cuerpos en descomposición de dos mujeres oriundas de Naucalpan son encontrados en maletas y el municipio entero lanza su estremecida ola de indignación en redes sociales. Integrantes del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, que desde hace años sabe que el Estado de México sobrepasa a Tijuana en índice de feminicidios, intentan concertar una reunión con el Gobernador del Estado de México, -a quien por cierto hay que verle la cara promocionando su transparente, eficiente y feliz informe de resultados en uno de cada tres espectaculares de periférico- y el coordinador de Concertación de la Subsecretaría de Gobierno (vaya usted a saber qué es eso, pero seguro que gana bien) les indica que entiende la demanda y hará lo posible por calzar en la apretadísima agenda del gober una reunión pero que "por el momento la reunión no es posible, pues en el Estado de México hay problemáticas más graves que resolver".

Me pregunto si se refiere a la ya no ola, más bien tsunami de violencia e inseguridad que se vive en el transporte y vía publica, los robos a mano armada en restaurantes atascados de gente y a plena luz del día, a la corrupción de las autoridades que ya no tienen pudor al recibir una sorjuana a la vista de todo periférico o  a los problemas viales que provocó la falta de planeación urbana en la anterior administración y que han convertido trayectos de quinientos metros en verdaderos infiernos de media hora. O tal vez el citado funcionario se refiere a los muchos compromisos con políticos, empresarios y  líderes del crimen organizado que el Gobernador debe atender para comprar una candidatura presidencial en las elecciones que vienen.  

Me pregunto también, qué hace falta para que un problema sea considerado prioritario en el criterio de nuestra administración estatal. En resumidas cuentas, nuestro querido Estado de México está hecho un asco. Y vámonos entendiendo, que no es una suciedad que se pueda remover en cosa de tres años, así que votar por el PRD o el PAN en las elecciones que vienen tampoco va a ser la panacea. Mientras el voto de miles y miles de acarreados que venden su lealtad a cambio de un kit de despensa con billetito incluído, las cosas van a seguir de mal en peor. La población requiere generar un compromiso a largo plazo que implique el consabido granito de arena del buen ciudadano, claro está, pero también un escrutinio real de las actividades de  sus funcionarios públicos. 

¿Y mientras tanto qué? ¿salimos a la calle con un arma, por si acaso?
Como siempre... se quedan cantando los grillitos...


Cri, cri, cri. 

lunes, 5 de septiembre de 2016

#NoTeMetasConMisHijos o la ilusión del estátus social a partir del núcleo familiar "tradicional"


"El Frente Nacional por la Familia exigirá mediante las movilizaciones el respeto al derecho humano de los padres de familia de educar a los propios hijos; el de los niños a tener un papá y una mamá; reconocer al matrimonio entre hombre y mujer como fundamento de la familia y a ésta como célula natural y fundamental de la sociedad, así como su protección por parte del Estado."


Tendemos a creer que la ignorancia es, en la mayoría de las ocasiones, involuntaria, aunque se vuelve difícil cuando nos enfrentamos a una coalición de autodenominados padres de familia organizando marchas para defender su "derecho" a mantener a su progenie en el mismo nivel de ignorancia que ellos ostentan con orgullo.  Tristemente, aquí no se trata de un asunto de tolerancia o de democracia, si no de derechos civiles, al igual que la segregación racial y el sufragio femenino lo fueron en su momento. 

Por más que el discurso pro familia recurra al trilladísimo recurso de descalificar el discurso de ideología de género y el matrimonio igualitario a partir de satanizarlo y sugerir que las reformas incluyen a un equipo de cirujanos plásticos prestos a realizar intervenciones de cambio de sexo en las instituciones preescolares, por más que pierdan de vista las nociones de igualdad y laicidad educativa y por más que profeticen un futuro anti natura en el cuál los heterosexuales se conviertan en parias sociales por renegar de la moda homosexual, sus pretendidos argumentos no dejan de ser lo que son: alegatos de odio e ignorancia que más allá de provocar lástima, debieran generar alarma: ¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI?

Independientemente de las críticas de cajón, que incluyen el también trillado contra argumento de los sacerdotes pederastas y de los niños de la calle y de las madres solteras (que tampoco me parecen argumentos como tal),  creo que habría que ser más analíticos con las verdaderas causas que llevan a un sector poblacional a movilizarse en contra de reformas que países primermundistas impulsaron hace años. A mí me parece que no es un tema de derechos, como pretenden hacernos creer, si no de vil y vulgar estatus. 

Me explico. Vivimos en una sociedad  que sigue importando directo del medievo sus expectativas del éxito ontológico, que se determina a partir de una sencilla ecuación que implica nacer, crecer, ser económicamente viable, reproducirse bajo una normatividad heteronómica y heteronormada (favor de no confundir), intensificar la viabilidad económica y, a partir de lo anterior, asegurar una venerable ancianidad en estrecha comunión con los principios básicos del cristianismo.  El problema es que las condiciones económicas actuales, si bien facilitan con su explosión demográfica sin freno aquello de nacer y dejan en segundo o tercer término la importancia respectiva a crecer, están haciendo cada vez más difícil el tema de la viabilidad económica propia de la familia "tradicional" (que si nos ponemos verdaderamente tradicionales habría que vincular con la tribu, más que con papá y mamá) . Esto la convierte en una ilusión de éxito social para los que tienen la suerte -por decirle de algún modo- de haber podido formar una.  La legitimación legal del concepto de familia que pretende extenderse a otras realidades -que no por no estar legitimadas no existen- atenta directamente contra uno de los pilares que permite que no tan en el fondo, los militantes del Frente Nacional por la Familia se sientan parte de una exclusiva élite de "gente bien". 


 Y es que todos somos iguales, pero habemos unos menos iguales que otros, o algo así. Y no, realmente nadie está pensando en los niños. Eso de #NoTeMetasConMisHijos se traduce al español como: No pretendas que tu estilo de vida valga lo mismo que el mio. 











lunes, 29 de agosto de 2016

Lo que no transgrede, no se juzga.

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Juan Gabriel y su música son uno de los pilares que sostienen la identidad del mexicano contemporáneo. Su rampante homosexualidad no fue impedimento para que uno de los países más machistas del mundo le venerara como ícono nacional. Hoy que finalmente le llega la factura de una vida de excesos a modo e infarto, la generación de nuestras madres y abuelas entra en luto general y en cada esquina se alarga el eco de un "queridaaaaaaaa".  Como buena figura publica que era, su muerte se ha convertido en un circo mediático y los chismosos oficiales de la farándula trabajan horas extras transmitiendo su biografía ilustrada y en alguna sala de juntas de Telerisa hay, con toda seguridad, un equipo de expertos debatiendo la mejor forma de sacarle jugo al asunto. Hasta aquí todo muy normal. Lo que me sorprende es que algunas asociaciones LGBT se han unido a la ola de sentimentalismo en redes sociales y le hacen homenaje como a un mártir comprometido con la causa, cuando el nunca militó por los derechos de nadie. 

Contradictorio, creo yo, de parte de una comunidad que teóricamente lleva años pugnando no sólo por la igualdad y el respeto, si por investir a sus integrantes de una dignidad que se opone necesariamente al estereotipo del cual, tristemente, el finado resultaba claro ejemplo. La sociedad mexicana puede perdonar a un joto  a condición de que se convierta en un payaso amanerado que da un buen show, sin lugar a dudas. Pero !ay de los que prefieren mantener su orientación sexual en la intimidad de su casa y sus derechos civiles!,  En el artista,  las extravagancias propias del medio se disculpan y hasta se necesitan por que alimentan el morbo colectivo, y perpetúan la imagen encasillada que tenemos de ellos a partir de que no son seres humanos, si no productos de consumo.  Así, se explica uno que una señora, inconsolable y decepcionada por que el hijo o la hija le salieron gay, no sienta un mínimo de incongruencia moral mientras escucha por enenésima vez "amor eterno". 

Y es que el maricón es parte imprescindible de la fauna pública, al igual que lo son la modelo vulgar llena de bolas que una no sabe muy bien si son a causa de una cirujía plastica o una enfermedad grave, el cómico vulgar que impersona el espécimen genérico de clase baja al que llamamos naco,  la cuarentona opinóloga vulgar y restirada de talk show  y el reportero veterano que no es vulgar por que las mentiras del noticiario son cosa seria.  Etc, etc, etc.

Juan Gabriel deja un legado de canciones pegajosas y lentejuelas, lo cual no tiene nada malo, pero por favor, no le colguemos medallas de honor a partir de una inexistente aportación a la igualdad. Él estaba muy ocupado cantándole a la virgen.

Cri.. cri...cri 

viernes, 26 de agosto de 2016

Pruebas de Fe #1: Beviernes.

Friday written on desert road


Cada que la tierra rota siete veces sobre sí misma, un quirúrgico fenómeno metafísico sacude con emoción telúrica los hígados y las carteras de ese abstracto sector poblacional que tenemos a bien llamar "Godínez". Cómo si un arraigado gen llamado findestasa los movilizara inevitablemente hacia la búsqueda de bares económicos y horas felices. Mucho se ha dicho, escrito y satirizado sobre la inigualable perseverancia de los oficinistas en su eterno empeño por subsanar una semana que sienten emocionalmente vacía y desperdiciada con gregarismos igualmente vacíos y no menos desperdiciados, desde algunos puntos de vista. Pero en realidad, es un acto de fe supremo el que orilla al godínez a buscar un poco de sentido existencial en los modernos templos de la redención laboral. 

Todo godínez que se respete tiene una larga trayectoria de peregrinaje por los bares y karaokes que rodean la periferia de su centro de trabajo. Y en cada uno encuentra su pequeño milagro semanal o su absoluta penitencia económica. El acto de fe comienza usualmente con el tanteo de jueves; los compañeros se miran y se reconocen mutuamente como candidatos idóneos para la contertulia. Inician el ritual de aproximación y retirada que en una danza sutilísima coloca a los más capaces en la situación ideal de ser invitados y remolonear un poco. Aquellos menos favorecidos en la cadena trófica empresarial deberán acercarse con timidez y un aire de fingida indiferencia a preguntar a última hora "que qué se va a armar o qué",  con la firme esperanza de no ser relegados al peor de los ostracismos. Esperanza por demás arriesgada, pues son aquellos que por lo general cargan con el estigma carmesí del "malacopa". 


Como una moderna versión de la lancha de Noé, el grupo se integrará con uno  dos ejemplares de cada departamento y fijará la partida para las seis y cinco. Bien sabido es que la capacidad de movilización y organización de un grupo es inversamente proporcional al número de personas que lo integran, y una partida tradicional de seis o siete godínez con presurosos empeños alcohólicos ha de enfrentarse a los tristes rezagos que los miembros más débiles que no entregaron el reporte a tiempo provocan, no faltará el que, sosteniendo el teléfono con el hombro y solucionando un pendiente de última hora, haga señas desde su cubículo que en el dialecto interno significan "ya váyanse, allá los alcanzo" Algo así como un heróico "sálvense ustedes" . Con suerte, el grupo partirá con media hora de retraso y el tráfico de viernes de quincena les hará llegar malhumorados e irritados al puerto elegido. Pero la fe es grande cuando llega la primera ronda de cervezas. Y no importa que la música sea absolutamente horrible y estridente y que los precios estén más inflados que el abdomen del secretario de hacienda, la fe se sostiene aún cuando entra el malacopa por la puerta -que quién sabe con qué artes localizó el lugar de la reunión-,  la fe vence con su lanza flamígera (o flameada) incluso al demoníaco estertor de la división final de cuentas,  por que el godínez se ha remojado en su agua santa por espacio de un par de horas,  e, imbuido la fuerza letárgica de el licor,  evadirá con una agilidad envidiable a esa pecaminosa vocecita en su cabeza que le dice que en realidad no la está pasando bien. 

miércoles, 29 de junio de 2016

La pérdida de la inocencia y la pornografía para infantes.






Estado del alma libre de culpa / Exención de la culpa en un delito o en una mala acción. 

Así define la RAE a la inocencia. Un puñado de autodenomidados "padres de familia" llevan años pugnando por una re-definición del término que podría ir más o menos como: completa ignorancia, desinterés y repulsión por cualquier tema sexual.

Silvia Jeanette López Sainz, declara en una petición abierta a firma colectiva (puedes verla aquí) que los nuevos Manuales de Educación Integral para la Sexualidad Preescolar, Primaria y Secundaria "atenta(n) contra la inocencia de los niños, que ya viven en una sociedad corrupta y corrompida" y que ella desea "seguir viendo la inocencia de (su) hija en sus ojos"

Sin ánimo de juzgarla a priori por su incapacidad de redactar correctamente, me escandaliza que  esta mujer considere que un contenido educativo desarrollado por personas mucho más capacitadas que ella en el tema del desarrollo psicosexual pueda venir a llenar de culpas demoniacas el alma de su retoño. Junto con ella, al momento han firmado 98.964 personas. Todas ellas, me imagino que desde las mejores intenciones, confundiendo conceptos típicos del miedo con argumentos y dejando patente su profunda ignorancia. 

Voy a iniciar con uno de los  más socorridos, pues es susceptible de confundirse con un legítimo reclamo de derechos, cito textual: "siento que nos están robando a los padres el derecho de elegir en que momento hablar con nuestros hijos de su sexualidad". A este respecto debería bastar con recordar que los seres humanos somos seres sexuados desde nuestra misma concepción. Que la curiosidad con respecto a los genitales aparece desde el momento en que el niño tiene acceso motriz hacia los propios (cosa que a menudo ocurre desde el vientre) y que, por mucho que los padres de familia se consideren mágicamente capacitados en todas las áreas de la pedagogía, la sexualidad no aparece en un momento determinado que ellos puedan detectar. Todo se resume a defender un cómodo estátus quo en el que los niños son ajenos al sexo, en su cabeza, claro está.

Ahora viene el problema de los detalles innecesarios: ""Es que se aman tanto, el papá puso una semillita de la que va a nacer un hermosos bebé!"; y eso era más que suficiente para entender el misterio de la vida a esa edad. Le repito, no se necesita saber detalles." Me parece muy respetable el fetiche de algunos de confundir la sexualidad humana con la agricultura, pero la triste realidad es que eso a lo que llaman "detalles" es de hecho el acto en sí. Lo mórbido se encuentra no en el contenido -que lejos de ser erótico es informativo- si no en la cabeza de aquellos que creen que el sexo es un acto necesariamente vinculado a la violencia y al peligro qué define nuestra transición del mundo de lo puro al mundo de lo impuro.  Sobre ningún otro tema se han levantado tantas voces en contra de lo explícito. Imagínense a una horda de padres de familia furiosos por que  a sus críos les enseñan a profundidad el funcionamiento de un circuito eléctrico "!Están promoviendo que los niños se electrocuten!", o el ciclo de la vida y la muerte, "!Generan un profundo miedo a la muerte, o en su defecto los orillan a la eutanasia recreativa!.  

Otro de los reclamos es hacia la apertura en cuanto a informar sobre la posibilidad de relaciones no heteronormadas. Sobre la cuál opina la sagaz Silvia López: "Los niños no necesitan tener información tan explicita sobre la sexualidad, y mucho menos que a esa edad se les cuestione su identidad de género". Aquí me parece conveniente recordarle que el niño se cuestiona sobre las identidades de genero en el momento en que las descubre, aunque desde su nacimiento se le encamine, a partir de su genitalia, a adoptar uno u otro rol, y que es un constructo social bastante artificial y arbitrario. Aquí el problema de fondo es que se abre la rendija de una posibilidad que contraviene los patrones de género inculcados en casa y las expectativas de los padres con respecto a los gustos del chamaco -por que todos somos bien tolerantes con la homosexualidad, siempre y cuando infecte a los hijos de otros-. Cuando los padres de familia interpretan que el objetivo último es hacer gays a sus hijos para que se aprueben las reformas del matrimonio igualitario dentro de dos décadas,  los niños de preescolar, seres verdaderamente inocentes, interpretan que ellos deciden sobre su preferencias sexuales y que no existe nada intrínsecamente reprochable en la diversidad, así de simple. 

Por último,  no es sorprender que el mismo gremio dispuesto a adjudicarle la reproducción de la especie a una cigüeña, sea el mismo que sugiere que los mentados manuales son pornográficos y hasta incluye escenas de hombres desnudos tocándose sus partes. Y aquí es donde, pienso yo, entra la contradicción de la inocencia. No es que queramos resguardar a nuestros niños libres de malicia y prejuicios de contenidos que vulneren su inocencia, es que, precisamente, quien ha perdido la inocencia y encuentra morbo en todo no es apto para digerir la sexualidad de una manera saludable y libre de culpa. Efectivamente, los contenidos de los nuevos manuales de educación integral son más que inapropiados, si somos tan perversos como para confundirlos con pornografía. 

Como siempre...se quedan cantando los grillitos:

Cri, Cri, Cri.....











domingo, 15 de mayo de 2016

#TodosSomosEngomadoRojo3y4 y #PrayForLosQueNoCirculan ante la crisis Medioambiental.



La ciudad de México es el foco emisor de CO2 más entusiasta de América Latina. Se estima que en diez o quince años la escasez de agua en las grandes urbes convertirá el baño diario en un artículo de lujo. La velocidad con la que estamos convirtiendo los bosques en paradisíacos campos de cultivo para alimentar reses parece no entender de matemáticas ni de lógica básica, y los cientos, miles de científicos y ecologistas que desde hace décadas saben que estamos corriendo felizmente hacia un mundo apocalíptico de extinciones masivas comparables con el periodo pérmico son convenientemente ignorados por las industrias, los gobiernos y los medios de comunicación.

Estimado lector afortunado dueño de un vehículo a gasolina, no circular es el menor de tus problemas.  Válidos los argumentos de que son medidas que intentan tapar el sol con un dedo. Pero considerar un derecho humano desplazarse todos los días al trabajo solos, en un auto donde caben cinco personas, es aberrante.

Me pregunto a qué grado tenemos que llegar para tomar un mínimo de consciencia. Imagino que en el fondo todos pensamos que en algún lugar hay una especie de consejo de todo poderosos líderes mundiales que tienen el  problemas más que acotado y  podemos confiar en su buena voluntad de resolver el irreversible daño que hemos provocado al planeta, pero la realidad es que probablemente estén asegurando su propia supervivencia y nada más. Recuerdo que cuando tenía diez o nueve años, la maestra de sexto de primaria nos encomendó una exposición sobre el medio ambiente con la condición obligatoria de llevar propuestas para detener el daño ecológico. Yo sugerí una esterilización masiva que asegurara la disminución poblacional en un 50% para décadas posteriores, o en su defecto, una oportuna guerra mundial de armas biológicas. No sé si esto tuvo que ver con mi expulsión de la institución una semana después de eso (Claro,  pudieron ser otros detalles...), pero me queda claro que a la gente no le encanta escuchar que la única solución es dejar de reproducirse a lo idiota.

Bien podríamos comenzar hoy mismo a ahorrar agua, compartir auto, usar bolsas reciclables, dejar de consumir envases de PET, boicotear a las grandes industrias de los combustibles fósiles y pasar los domingos sembrando arbolitos en el Ajusco. Pero la triste realidad es que eso debimos hacer hace cincuenta años y hoy en día nuestra única esperanza es admitir que el mundo ya no puede con tanto bicho homínido (Además de todo lo anterior, claro está).

El estilo de vida al que estamos acostumbrados en las ciudades es a costa de un desenfrenado despilfarro de recursos, y el crecimiento de la mancha urbana es directamente proporcional a la explosión inmoderada de la natalidad. Hacernos conscientes de la huella destructiva que dejamos cada día de nuestras vidas no es agradable, pero créanme, una realidad en la que el aire limpio y el agua potable sean cosas del pasado va a ser algo más que incómoda Como siempre... se quedan cantando los grillitos.


Cri...cri...cri.


miércoles, 11 de mayo de 2016

Los hilos macabros del godinizmo: Por qué #YoTambiénRenuncié




Hace unos días, el escritor Adrían Chávez publicó en su genial blog "Palabrotas" un artículo que me pareció absolutamente secundable. Por qué #YoTambiénRenuncié es una propuesta más que necesaria para reflexionar acerca de los macabros hilos de los que cuelga la broma del godinizmo contemporáneo.

Al parecer, Adrían, yo, y cientos de profesionistas con un mínimo de dignidad, formamos una deleznable tribu que cada día está más convencida de que las condiciones impuestas por la moda del oficinismo actual dejan no tan rezagada a la corriente esclavista de siglos pasados, pero con viernes social, eso sí. Y es que nos hemos convertido en la peor pesadilla y el enemigo público del empleador: Personas con esa mala maña de pretender que el trabajo es un contrato en condiciones de igualdad con la empresa y no un favor que debemos retribuir con agradecido sacrificio servil.

El pasado mes de Mayo, finalicé mi travesía dantesca como Implant de Recursos Humanos en una constructora ubicada en la zona industrial de Naucalpan. Ingresé por ser alta y de ojo azul, por que me queda claro que las licencias para ser reclutadora de RH no las tenía. Éramos, en resumen, un equipo de chicas súper eficientes (dos de las cuales vi renunciar en medio de un colapso nervioso) al mando de un cuarentón súper imbécil al que jamás vi resolver un problema por sí mismo. Debo admitir que mi trabajo era extremadamente sencillo, nada que no resolviera yo en las primeras dos horas de mi absurdo horario de nueve a seis y media. Por tanto, era yo el comodín ideal para cubrir a la recepcionista. amonestar rezagados que habían osado llegar a trabajar en tenis después de un trayecto brutal en transporte público, y demás protocolos diseñados ex-profeso para pudrir el ambiente laboral.

Con el tiempo, fui familiarizándome con las políticas atroces de mi departamento, al que sin un ápice de humor llamaban "recursos inhumanos" . Al parecer, el objetivo último de mi área consistía en proteger la impunidad del despotismo que todo aquel que tuviera subalternos en la empresa ejercía sobre los mismos. Me impresionaron el trato reverencial que del que eran objeto los gerentes y el miedo absoluto que sembraban los dueños: Un par de empresarios convencidos de que gritar, humillar e intimidar son técnicas vanguardiastas de liderazgo. Adicionalmente, el esquema de contratación por outsorcing me reveló un insospechado mundo de abuso al trabajador, con políticas expresamente diseñadas para que la empresa se ahorre unos pesos a costa de suprimir prestaciones básicas.

Contratos engañosos, esquemas de pago incomprensibles y ventajosos, firma de renuncias forzadas, e incluso manipulación de fechas contractuales eran el pan de cada día. La estrategia estrella de los despidos era la siguiente: Se despedía siempre al trabajador en día de quincena y se le condicionaba el último pago a la firma del documento de renuncia. El godínez promedio, que vive al día, se ve entonces confrontado con la alternativa de demandar sin un peso en la bolsa, o tratar de sobrevivir con la quincena y el proporcional del aguinaldo en lo que encuentra otra cosa. Y ¿Adivinen cuál elegían casi todos?.

Códigos de vestimenta arbitrarios, horas extra obligadas y evidentemente no remuneradas, cero reconocimiento al mérito y a la productividad, ascensos arbitrarios con el más cínico de los nepotismos eran el pan de cada día. !Ah! y no olvidemos el acoso sexual, deporte favorito de la mayoría de los jefes y considerado como perfectamente natural.

"Actitud negativa" fue el argumento con el que me despidieron. Yo ya estaba sobre aviso gracias a que una compañera con un talento sobrehumano para la adaptación tuvo la delicadeza de precaverme. A mí ni si quiera tuvieron los calzones de decírmelo tal cuál y me inventaron que "iban a reducir el área". Lo curioso es que no despidieron a la chica que no sabía ni hacer un cálculo de prima vacacional, si no  mí. Ahora sé que "Actitud negativa" es un eufemismo  descalificador para la no tolerancia pasiva al abuso y a la falta de ética.

Por eso me uno felizmente a la propuesta de viralizar y visibilizar los malos tratos que sufre el trabajador por parte de las empresas, cuyos dueños se hacen literamente millonarios a costa de la necesidad de llevar despensa a casa y pagar los recibos de las personas. Esto es discriminación y abuso, y está al mismo nivel que la violencia de género y la corrupción que tanto denunciamos en redes sociales. El  estereotipo del workoholic exitoso híper comprometido que se pone la camiseta de la empresa hasta en domingo, es el estándar que nos venden para hacernos sentir culpables y responsables de nuestro salario mínimo y extirpar del cerebro del oficinista cualquier aspiración a un trato justo y equitativo.

Ojalá que no se queden cantado los grillitos esta vez. Compartamos experiencias al respecto y levantemos ámpula.


Crí, cri, cri.